Unas palabras sobre autoconvocadas
A pocos días del encuentro de Autoconvocadas en la
Provincia de San Juan, comparto por escrito la primera
impresión que tuve cuando leí una de las consignas de estas mujeres, el año
pasado, en Posadas. Escrita con aerosol sobre un cartel que mostraba una mujer
con un bebé en brazos, registré: Yo no
quiero ser mamá.
Este pensamiento, exactamente, define a estas mujeres:
Yo no quiero ser mamá. Porque
maternidad es sinónimo de entrega, maternidad es don. Es sacrificio, es amor,
generosidad y bondad. Maternidad es algo único: "con mi madre no te metas", sabe todo varón que se precie
de tal. Maternidad es cooperación con Dios. En una palabra, maternidad es vida. Eso es –por confesión propia– lo
que estas mujeres no quieren ser ni admitir. Nada para los demás sino todo para
ellas mismas. Por eso están a favor del aborto. Avaras del cuerpo y del alma, las
Autoconvocadas son víctimas y
victimarias del cáncer del egoísmo.
Detrás de todos los pretextos, detrás de los
pretendidos reclamos de “derechos” sobre el propio cuerpo, está el egoísmo. Un mal
tan hondo y tan vergonzoso que debe tomar el ropaje de un reclamo social o de
salud. Sólo a través del poder hipnótico de la palabra puede encubrirse un
crimen tan horrendo como el aborto.
Juan Carlos Monedero (h)
31.915.771
20 de noviembre de
2013
Día de la Soberanía Nacional
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