El día de la
Virgen del
Rosario de Paraná
y el nefasto protocolo homicida
Por Néstor Barrios (Entre Ríos)
Centro de Estudios
Nuestra Señora del Rosario de Paraná
Éste sábado 7 de octubre celebraremos
a la Virgen
del Rosario de Paraná en un nuevo aniversario de su patronazgo de la Ciudad. Sin dudas que
Ella nos representa, protege e intercede por nosotros, por lo cual siempre
estamos agradecidos de modo filial. En particular, desde nuestro Centro de
Estudios, que lleva su nombre, la homenajeamos y le pedimos que nos ayude a ser
fieles imitadores de su Hijo, como lo ha sido Ella.
Sin embargo, que la Virgen sea nuestra patrona
no significa que nada malo nos pueda ocurrir, ya que, en última instancia, los
designios divinos son propios de Dios, particularmente de su Infinita
Providencia. Así como Él es prodigo en dones y bienes, también permite pruebas
y males para que sepamos acudir a El y, mediante la lucha cristiana, y atados a
El, obtengamos bienes difíciles y mayores.
Éste puede ser el caso del nefasto Protocolo
Homicida, eufemísticamente llamado "Protocolo de Atención Integral
de las Personas con Derecho a la Interrupción Legal del Embarazo", que se
implementó recientemente en la provincia. Se trata de una verdadera sentencia
de muerte a los niños por nacer. Algo tan contrario a Dios y el orden natural,
que puede decirse sin exagerar, que se trata de una acción política salida del
mismo Infierno. Atendiendo, supuestamente, a necesidades reales de las
embarazadas y sus derechos, se le ofrece y hasta impone, asesinar a su hijo
para resolver sus “problemas”. Así, el Estado, haciendo cómplice a la misma
madre, carga en su mochila nada menos que con la muerte de inocentes e
indefensos, cuando justamente es quien debería protegerlos y promoverlos desde
la misma concepción.
Las causas de éstas medidas
infernales las vemos concretamente en dos realidades políticas convergentes y
complementarias. Primero, el Sistema Democrático, verdadera formalidad
invertida de una sana participación y búsqueda del Bien Común. De él,
lamentablemente, ninguna de las peores aberraciones puede sorprendernos, ya que
es parte de su misma esencia el reemplazar a Dios, como Eje y Fin de la Sociedad , e imponer un
Relativismo funcional a las oligarquías y a los oportunistas.
La segunda causa que explica
semejantes políticas, son los mismos políticos que se manejan dentro del
Sistema. Amparados y promovidos por la Democracia despliegan sus acciones con total
impunidad, ante los ojos complacientes o desentendidos de la ciudadanía de a
pie que piensa que no es tan grave, o que no le afecta, o, en el mejor de los
casos, que es un problema de falta de legalidad o de no apoyo de las mayorías.
Los políticos, entonces, con nombre y
apellido, apoyados en el Sistema perverso, se mueven al compás de sus intereses
y de los de a quienes le son funcionales y/o dependientes; el resto no es más
que añadidura para éstos inescrupulosos.
Se nos dirá que no son todos, que hay políticos que no comparten dichas políticas enfrentadas a Dios y los entrerrianos; pero la verdad es que no hemos visto un repudio público por parte de éstos, o una resistencia clara ante tamaños embates, arremetiendo contra las causas del atropello. Por el contrario, y para nuestro pesar, constatamos: mal ejemplo, omisiones cómplices, coyundas imprudentísimas, funcionalidad directa o indirecta con los poderosos, y una visión poderosamente utópica de cambio del Sistema desde dentro, probado en numerosos casos.
Se nos dirá que no son todos, que hay políticos que no comparten dichas políticas enfrentadas a Dios y los entrerrianos; pero la verdad es que no hemos visto un repudio público por parte de éstos, o una resistencia clara ante tamaños embates, arremetiendo contra las causas del atropello. Por el contrario, y para nuestro pesar, constatamos: mal ejemplo, omisiones cómplices, coyundas imprudentísimas, funcionalidad directa o indirecta con los poderosos, y una visión poderosamente utópica de cambio del Sistema desde dentro, probado en numerosos casos.
Le pedimos a Nuestra Señora del
Rosario, que nos ayude a luchar contra los males de modo lúcido y perseverante,
que no nos soltemos de su manto mediador, y que nos fortalezca para que, Dios
mediante, consigamos en triunfo.
Nuestra Señora del Rosario de Paraná, patrona
nuestra, ruega por nosotros.
Néstor Barrios
Centro de Estudios Nuestra Señora del Rosario de Paraná
Paraná, 7 de octubre de 2017.