viernes, 12 de octubre de 2018

Carta abierta a S.E.R. Monseñor Fray Carlos Azpiroz Costa - Por la Dra. Pamela Mas de Cachero


Bahía Blanca, lunes 24 de septiembre de 2018

Carta abierta a Monseñor Fray Carlos Azpiroz Costa


Pamela Mas de Cachero (médica provida)


S.E.R. Monseñor Fray Carlos Azpiroz Costa

Mi nombre es Pamela Mas. Soy esposa, médica, y madre de un niño de 14 semanas de gestación en camino.
Le escribo estas líneas en calidad de hija de la Iglesia, y haciendo uso del derecho a la corrección fraterna, con profundo dolor, decepción y enojo por el rol que usted y muchos Obispos de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) han adoptado desde el 1 de marzo, día oscuro para nuestro país, en que se dio inicio al debate de  lo innegociable: la vida humana.
Muchos de nosotros esperábamos que usted, como ARZOBISPO y pastor que es, adoptara un rol precisamente de guía y cabeza de esta pequeña iglesia, como corresponde a su investidura. Por el contrario, fuimos testigos de una iglesia tibia, cobarde y servil al nefasto gobierno de turno.
En primer lugar, lo he escuchado decir “que el Estado se empeñaba por clericalizar el debate, pero que esto era cuestión de medicina y derecho”. La cuestión del aborto es primariamente una cuestión de fe. Por algo la Iglesia es Madre y Maestra: es parte de su función enseñarnos. La labor de ustedes consiste en la salvación de las almas, ese es el fin último. ¿Cómo puede ser que el aborto no sea una cuestión de fe cuando existe un quinto mandamiento? El Concilio Vaticano II calificó al aborto como “crimen abominable”, frase que el Santo Padre Francisco cita en el año 2014. ¿Y cómo puede ser que, si es un homicidio, usted persiga y tilde de “inmisericordes” a los que, como yo, decimos que la mujer que aborta es homicida? Habrá atenuantes, habrá mujeres victimarias y víctimas, eso no lo juzgo, para eso la ley contempla caso por caso, como Dios mismo lo hace. Reconocer que la mujer que aborta es homicida no es pecar contra la Misericordia, sino al contrario, reconociendo la gravedad de su pecado, sabemos que Dios, si hay arrepentimiento sincero, perdona. Porque Él sí, y no usted ni nosotros, es rico en Misericordia. Recuerdo un salmo que reza “La misericordia y la justicia se besan”. Es justo llamar al aborto por su nombre. Y a todos los que participan en este crimen también (madre, padre, amigos, personal sanitario, legisladores, gobernantes).



Usted dijo también que se eligió a Mons. Bochatey, experto en Bioética, como portavoz de la CEA, pero renegó que los medios de comunicación lo humillaran y tergiversaran su discurso. Déjeme decirle, con profundo respeto, que a la mayoría de los laicos que hemos participado en los medios nos han ridiculizado, difamado y humillado. ¿Y? ¿Cuál es el problema? Ninguno nos hemos quejado de esto, al contrario, nos gloriamos en las bienaventuranzas.
Muchos hemos expuesto nuestros nombres, reputación, matrícula y hasta puestos de trabajo con tal de defender al no nacido. Por militar de una manera tan firme muchos nos han quitado hasta el saludo. Desgraciadamente lo hicimos con un gran sentimiento de orfandad y soledad, porque nuestra propia iglesia no estuvo a la altura de las circunstancias. Déjeme decirle, con pena, que si esta ley del aborto no salió, no fue gracias a Uds., pastores y guías de la iglesia, sino gracias a Dios, a nuestra Señora de Luján y al pueblo valiente de laicos, y un puñado de curas. Cabe destacar también, el encuentro que realizaron nuestros hermanos evangélicos el 4 de agosto: a ellos los vimos orando sin vergüenza ante cámaras, nombrando a las cosas por su nombre, y pidiendo por la sanación y conversión de estas mujeres. Sin embargo, en Luján los hemos escuchado decir que el aborto es una “tragedia”… ¿sólo una tragedia, sólo un drama? ¿Es tan difícil llamar a las cosas por su nombre?
Finalmente, vemos con tristeza que este tema no finaliza acá. Ahora, con la Educación Sexual Integral, el Estado totalitario se pretende adueñar de la inocencia de nuestros hijos. Si esta ley, ya existente desde el 2006 (que tiene sus serias objeciones morales), se llegase a modificar y se agregase la perspectiva de género no-científica, peligra seriamente la salud espiritual de nuestros niños. Muchos matrimonios de Bahía Blanca, en vez de encontrar un refugio en los colegios católicos, se encuentran en estos con la difusión de la ideología de género y la mentalidad anticonceptiva. ¿Cómo puede ser esto? Y si la iglesia no nos da respuesta, ¿a quién recurrir entonces?
Creo que tienen la oportunidad de cargarse la Patria y las almas al hombro, y de liderar una fuerte campaña para que esto no llegue a su legalización. Ya vieron que los laicos estamos con ustedes, esperando que asuman el rol que les fue asignado por Cristo. Estamos dispuestos a seguirlos y acompañarlos, a alentarlos y a no dejarlos solos. Recuerdo al valiente Cardenal Cipriani de Perú, que alentó a sus fieles a protestar masivamente contra la ideología de género.
Hago público mi reclamo y mi corrección, porque pública fue la omisión suya y de muchos Obispos de la CEA.
Sin más, saluda a ud. filialmente en Cristo y María Santísima, Nuestra Señora de la Merced.

Pamela Erica Mas de Cachero
DNI 33247397
Especialista en clínica médica
MP 2858

martes, 9 de octubre de 2018

Terminó el caso del aborto en el Hospital Rivadavia pero los provida seguimos de pié


Terminó el caso del aborto en el Hospital Rivadavia pero los provida seguimos de pié

Situación al martes 9 de octubre, 20:00 hs.

            Ante la versión circulante en los MMCC de que el aborto se realizó, y para ponerle fin a tantos sesgos, imprecisiones, falsedades e incluso mentiras, me veo obligado a puntualizar lo siguiente:

Los hechos detonantes

·         Viernes 28/09: circuló por whatsapp una alerta anónima sobre la futura realización de un aborto en el hospital Rivadavia, Av. Las Heras 2670, a cargo del Dr. Eduardo Fernández Rostello. La alerta fue enviada por una abogada provida, quien tenía elementos para dar crédito a esta versión (que, como es de dominio público, luego fue confirmada).
·         Comunicación con la abogada provida, para articular acciones a fin de confirmar o desmentir por parte del hospital la futura realización de un aborto. Trabajo conjunto entre varios abogados provida, la Red Federal de Familias-Misiones y el autor del presente artículo. Finalidad: recabar información.
·         Búsqueda de elementos objetivos (más allá de una denuncia anónima) y oficiales (esto es, la palabra del hospital) para confirmar que se iba a realizar un aborto en el Rivadavia. La idea era salvar al bebé, intentando persuadir a la familia e incluso ofrecer entre otras posibilidades la adopción. Hasta que no hubo esos elementos, la decisión fue no comunicar nada.
·         Desde el hospital, en los días siguientes al 28/09 y por vía telefónica, se manifestó desconocer cualquier dato respecto a un aborto. Ni se lo negó ni se lo confirmó.
·         Sábado 29/09: un colaborador de la Red Federal de Familias-Misiones se apersonó en el hospital procurando dos cosas: 1) confirmar que había llegado una mujer con voluntad de practicarse un aborto; 2) ayudar a la mujer embarazada, ofreciéndole personalmente adoptar a su hijo. Tampoco hubo éxito pues los empleados del establecimiento manifestaron desconocer cualquier elemento al respecto.
·         Lunes 1/10: realicé dos llamadas. Primero, a Prensa, que es la encargada de responder por todos los hospitales públicos de la ciudad. Pregunté y no tenían información sobre el aborto, por lo que ni confirmaron ni desmintieron. Luego llamé al hospital. La Operadora me comunicó con Dirección, y desde Dirección se me dijo que en el establecimiento no se hacían abortos”. Según se enteraron los abogados provida al día siguiente, el ambiente del hospital estaba ya bastante caldeado: llovían llamadas de interesados en el destino del niño y, por otra parte, unas pintadas de protesta habían aparecido esa misma mañana sobre unas chapas ubicadas en las calles Austria y Pacheco de Melo, manzana del hospital.
·         El primero de octubre fue el día más crítico para los provida, dado que el informante anónimo aseguraba que el aborto sería realizado al día siguiente. Asimismo, quienes estaban a la caza de elementos objetivos fueron encontrando respaldo indirecto de la verosimilitud de esta alerta. Se siguió cruzando información, con la esperanza de encontrar algún elemento “oficial” por parte del hospital, lo que tuvo lugar al día siguiente.



·         Martes 2/10: varias personas (entre ellas, abogados provida) tuvieron una conversación con el director del hospital, Eduardo Fernández Rostello. A lo largo de esta conversación, en donde se le entregó un petitorio en defensa del niño por nacer, el director reconoció ante todos los presentes que efectivamente “había llegado” un caso de aborto al hospital y que el mismo “se está estudiando”. Los testigos presentes relatan que el director no garantizó la absoluta protección de la vida del niño pero sí manifestó su descontento por las pintadas realizadas. Asimismo, el director reconoció al autor de este artículo que “el Ministro podría eventualmente dar vuelta la decisión del hospital”, y que él mismo no tenía “la última palabra”.
·         Miércoles 3/10: cercanos a las 18 hs., llega a nuestro conocimiento que el periodista Mariano Obarrio había deslizado el siguiente mensaje: “Tengo info de ultimo momento. Fuentes oficiales dicen que el Ministerio de Salud de la Ciudad dice extraoficialmente que están absolutamente tranquilos con la aplicación del protocolo ILE para el caso del Hospital Rivadavia. Que están dadas las causales y que el cudro psiquiatrico de la paciente obliga a la aplicación del protocolo. Pero que no van a dar información oficial por una obligación de confidenncialidad y que la única vía para obtener información es un recurso judicial que obligaría al Hospital a suministrar toda la documentación al juez, pero que de otro modo van a respetar la confidencialidad.u”. Es decir, la versión de Obarrio guardaba congruencia con lo que el director nos había dicho a los presentes el día anterior: habría una presión por parte del Ministerio de Salud de la Ciudad para ejecutar el aborto.
·         Viernes 5/10: en base al reconocimiento del martes 2 –según lo cual la más alta instancia del hospital había admitido ante testigos que el aborto “se estaba estudiando”, de lo cual se infiere necesariamente que asesinar a un inocente, rompiendo el Juramento Hipocrático, estaba dentro de las acciones posibles–, con el patrocinio y la ayuda de profesionales de Abogados Provida, denuncié penalmente al hospital. Asimismo, otros provida interpusieron un recurso de amparo con la esperanza de frenar el aborto.
·         Sábado 6/10: a través de su twitter, Obarrio relata que el aborto está frenado.
·         Lunes 8/10: se realizaron las siguientes llamadas.

13.08 hs.: una periodista de Clarín publica un artículo según el cual el aborto se habría realizado.
14.03 hs.: por teléfono, la Jefa de Guardia del Hospital Rivadavia me dice –ante la búsqueda de confirmación de la versión de Clarín– que “yo sé que el aborto no se hizo, hasta donde tengo conocimiento no se hizo”.
14.12 hs.: por teléfono, la persona que atiende en Prensa (Fijo: 4123-3214) me respondió –ante mi nueva búsqueda de confirmación de la versión de Clarín– que “quiero ver el caso”, por lo que no me dio respuesta alguna. Dejé mis datos y colgué.
14.20 hs.: Prensa me llama por teléfono y me dice que “Cumpliendo con la ley vigente y con el Código Penal, se realizó la ILE” (siglas que responden a lo que eufemísticamente se denomina interrupción legal del embarazo).
14.30: llamada mía al Ministerio de Salud. La operadora me comunica con la Jefa de Prensa del Ministerio. Por vía telefónica, ante otra búsqueda de confirmación de la versión de que el bebé habría sido abortado, se me responde que el Ministerio “no responde preguntas sobre casos de ningún paciente de ningún hospital, dado que todos esos datos se encuentran amparados por el secreto médico”.

·         Martes 09/10: a las 14.14, me apersoné en el Hospital Rivadavia. Casualmente, veo de lejos a su director, me acerco y le pregunto si se hizo o no se hizo el aborto. “No voy a dar declaraciones” fue su única respuesta.

           Paradójicamente, el Hospital Rivadavia había sido declarado "Amigo de la madre y el niño".

lunes, 1 de octubre de 2018

Aborto: crimen anunciado en el Hospital Rivadavia - Por Juan Carlos Monedero (h)


Aborto: crimen anunciado

en el Hospital Rivadavia


            Si le preguntamos a las decenas de mujeres que diariamente recorren los pasillos del Hospital Rivadavia, ubicado sobre la Av. Las Heras 2670, ninguna de ellas lo podrían creer. Varios iconos religiosos están presentes en cada piso, hay una sencilla y pequeña capilla también, y no faltan carteles con advertencias respecto de la salud de las madres embarazadas y sus bebés. Pero una denuncia anónima desenmascara esta hipocresía, originando una investigación y reacciones tanto periodísticas como judiciales.
            Son sugerentes las personas que actúan como culpables cuando supuestamente están obrando dentro de lo lícito. Y el caso del aborto en el Hospital Rivadavia no es la excepción.
Enterados de la denuncia, a lo largo de sucesivas llamadas, se buscó al respecto la palabra del Hospital. Sin embargo, ni la Operadora ni la Dirección del establecimiento pudo confirmar ni desmentir la realización de la práctica abortiva. Asimismo, tampoco los guardias de seguridad, el personal de maestranza, las enfermeras y especialmente las encargadas del sector de Maternidad estaban al tanto. Desde Dirección respondieron telefónicamente: “La jefa no está, no puedo dar ninguna información”. Pero otro tipo de información sí se da. Nunca se negó la comisión de un aborto.
Quizás algún lector pueda pensar que, al fin y al cabo, todo era falso: más allá de comentarios en las redes sociales, durante varios días las cosas no pasaron de un rumor. Si fuera un invento, era lógico que nadie sepa nada y que fuese imposible o al menos difícil desmentir una versión anónima. Sin embargo, dado que el aborto es delito en la Argentina, parecía raro que las autoridades del hospital no desmintiesen enérgicamente la posible comisión del delito. Por otra parte, desde los sectores provida comenzó la difusión del caso a través de las redes sociales. En las últimas horas, y aún hoy mismo, la gente se apersonó en las inmediaciones del hospital para denunciar que se estaba por matar a un niño. Así, tanto por parte del hospital como por parte de los provida se le daba algún tipo de crédito a la información. Unos, porque no la negaban. Otros, porque actuaban en consecuencia.
El informante aseguró que la joven embarazada volvería este martes 2 de octubre al Hospital Rivadavia para ser monitoreada por los profesionales de la salud que, no obstante este honroso nombre, le habrían suministrado los elementos para matar a su propio hijo.
            En una de las llamadas que realicé a fin de solicitar información, se me dijo que la Oficina de Prensa que estaba en condiciones de responder por todos los hospitales públicos de la Ciudad de Buenos Aires atendía en el número 4123-3214/3302. Se llamó este lunes por la mañana, pero la operadora sostuvo que desconocía el caso y por tanto no podía brindar ninguna información.
El punto de quiebre es la denuncia penal del Dr. Marcelo Breide Obeid, radicada en la Comisaría 17 este 30 de septiembre, rozando las 20 hs. Bajo el número 501861/2018, caratulada Delito–Averiguación–Ilícito, se invoca la intervención del juzgado fuero penal y la Fiscalía Criminal Correccional Nº 53. ¿El objetivo? Evitar –en palabras del profesional denunciante– la muerte “de la persona por nacer”, como así también proteger “la salud de la madre” dado que el aborto pone en riesgo su vida. En efecto, no sólo la intervención en sí misma supone un riesgo vital para la madre y constituye un daño absoluto e irreversible para el no nacido. Además, el trauma psíquico y las secuelas producidas son –como lo demuestra la literatura médica– incurables.
Me informan que las personas provida situadas en la vereda del hospital, llevando imágenes de la Virgen y visibilizando el caso, están siendo molestadas por los guardias de seguridad.
En las inmediaciones del hospital hoy a la mañana se pudieron registrar algunas pintadas callejeras en protesta por el aborto.
El teléfono del Hospital Rivadavia es 4809-2000.
A las 12 del mediodía, por vía telefónica, desde Dirección del Hospital se desconoció la existencia de la denuncia y se sostuvo que en el establecimiento "NO SE REALIZAN ABORTOS".
Las autoridades del Hospital son las siguientes: Director, Dr. Eduardo Fernández RostelloSubdirectora, Dra. Marta Liliana Miranda.

Autor: Juan Carlos Monedero (h)
Lunes 1 de octubre de 2018