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cosas que nunca escuchaste
sobre
el aborto
Balance
del rechazo del proyecto abortista en Senadores
Por Juan Carlos Monedero (h)
NÚMERO 1: el rechazo del
proyecto implica la salvación de muchos niños inocentes.
Sabemos que la lucha continúa, pero
no dejemos de festejar las modestas victorias que se han logrado. Aunque el
debate en sí sea una victoria de la democracia, la negativa al proyecto es una victoria
de la Argentina que ciertamente ha puesto
un fuerte obstáculo al gravísimo ataque que se hubiese cernido sobre su propia
población. No nos quedemos en los laureles pero también sepamos valorar todo el
trabajo que se hizo. No fue magia.
El alma no puede vivir bebiendo
malas noticias, tenemos también que recrearnos en lo bueno. Alegrémonos legítimamente,
sin bajar los brazos, por todos esos niños que –con otro resultado– habrían
sido abortados. Al menos durante un tiempo, los hijos de aquellas mujeres que
los hubiesen eliminado bajo la legalidad han sido salvados. Que no pase
desapercibido que hemos salvado vidas inocentes: es un bien enorme haberlo
logrado.
Tenían la mayoría de los MMCC, mayoría
en el periodismo, en el cine, en el "arte". Todo el grupo Clarín a su favor. Tenían los colegios públicos.
Contaban con la inacción de una porción del clero.
Tenían la plata que les llegaba de adentro y la que les llegaba de afuera. El
apoyo del Poder Ejecutivo: Macri. Tenían la fuerza de los partidos. Contaban
con un sistema que puede legalizar cualquier barbaridad si cuenta con los votos
necesarios. Pero así y todo la ley fue rechazada. Por eso, no nos podemos
quitar el pañuelo celeste. O como dice el video de Militar la vida: “YO NO ME LO QUITO”[1].
NÚMERO 2: “educación
sexual, anticoncepción y aborto” forman parte de un único paquete.
Esta tríada maldita es inseparable: se
acepta en bloque o se rechaza en bloque. Son la punta de lanza de un proceso
mayor, que lleva siglos, y que se conoce como la Revolución Mundial Anticristiana.
Todos sabemos que bajo los términos
“educación sexual” se puede entender y enseñar muchas cosas buenas. Pero si los
capacitadores de esta asignatura proceden de las filas de Nuevo Encuentro o del
Ministerio de Educación, todos nuestros libros, toda nuestra antropología
filosófica no valdrá prácticamente ni un gramo. Tal como está planteada por el
Estado la Educación Sexual –aún la “Integral”, adjetivo con el espontáneamente
todo se volvería bueno–, no hay duda de que es un concepto subsidiario de los
abortistas. Es su slogan, es el peldaño n° 1 para poder llegar al n° 2 y
terminar en el aborto.
Quienes tienen la primera obligación de velar
por los contenidos que imparten los colegios
son LOS PADRES. Deben apoyar resueltamente a las autoridades cuando éstas
enseñan en las virtudes, cuando enseñan una auténtica educación para el amor –como se hace en muchos colegios, nos
consta– así como prepararse para resistir a aquellos docentes que (sea por
error, mala formación o malicia) corrompen el alma de sus hijos.
NÚMERO 3: la mentira
atraviesa las entrañas mismas del discurso abortista.
MINTIÓ Roberto Carlos Trinidad,
también conocido como Florencia de la
Vega, cuando dijo que su madre había muerto como consecuencia de un aborto
clandestino. Hace años, el cáncer –según sus palabras– se había llevado su vida.
MINTIÓ asimismo al sostener la cifra de un aborto por minuto en la Argentina.
¡Tan absurdo era el número que hasta el
diario Clarín lo tuvo que reconocer![2]
Es que la mentira tiene patas cortas y, al menos en este caso, gruesos
tobillos.
MINTIÓ la “pastora” evangélica,
presentada en el Congreso como un ejemplo de una evangélica abortista.
VIENEN MINTIENDO hace más de una
década con la cifra de 500.000 abortos clandestinos en un país de más de 40
millones como el nuestro, cuando en Estados Unidos –con aborto legal desde 1973
y cuya población asciende a 350 millones de personas– se realizan 600.000
abortos legales.
MINTIERON en Estados Unidos, como lo
confesó Bernard Nathanson. También MINTIERON en el caso Roe vs. Wade –cuyo
fallo judicial abrió camino al aborto–, como lo reconoció Norma McCorvey[3]. Hoy existe una película
en torno a esta mentira.
MINTIERON durante todo el año,
diciendo que el proyecto legalizaba el aborto sólo hasta la semana 14 cuando,
en realidad, lo hubiese habilitado los 9 meses del embarazo invocando
requisitos vacíos y manipulables.
Son los mismos que vienen mintiendo
hace un año respecto de Santiago Maldonado, acusando a la Gendarmería de una
desaparición que en realidad resultó ser una muerte por ahogamiento. Son los mismos que vienen mintiendo
hace décadas con la cifra de los desaparecidos, número reconocido como falso
por los mismos que en su momento lo sostuvieron, como Jorge Lanata. Cuando una
causa es justa, no necesita de mentiras.
NÚMERO 4: quienes
promueven el aborto son responsables de las muertes maternas en abortos
clandestinos.
Acusar a los provida por las mujeres
que mueren en abortos clandestinos es una difamación que casi no merece
comentario.
Son estrategias discursivas, diseñadas
y pensadas a fin de distorsionar nuestra posición. De ahí denominaciones tales
como “grupos antiderechos”, o también la falsa disyuntiva entre los que están
“a favor del aborto legal” y nosotros, ubicados en el terreno de quienes estaríamos
“a favor del aborto clandestino”.
La realidad, sin embargo, es tozuda.
Los hechos son los hechos. Las mismas que militan por la legalización del
aborto son las que promueven abortos clandestinos, como lo muestran estas
publicaciones:
Edgardo Moreno sintetizó la
respuesta en las siguientes palabras: “LAS MUERTES
POR ABORTO CLANDESTINO SON RESPONSABILIDAD DE LOS ABORTEROS”. Y luego
desarrolló: “Uno de los caballitos de
batalla, y tal vez la falacia más repetida por los partidarios del aborto
legal, consiste en atribuir la culpa de las muertes por aborto clandestino a
quienes defendemos la vida del niño por nacer”. Esta acusación es “absolutamente falsa”. Continúa Moreno: “La mujer que decide hacerse un aborto
evidentemente lo hace porque no ha merituado como corresponde el valor de la
vida humana que está gestando y/o porque no ha
recibido la adecuada contención, ayuda y consejo de su círculo más allegado. De
éso no somos responsables quienes defendemos la vida, y si se pretende buscar
responsabilidades más allá de la personal, no hay dudas que los responsables de
los abortos clandestinos son los partidarios de la cultura de la muerte pues
ellos son los que promueven el desprecio absoluto por la vida de los niños por
nacer”.
NÚMERO 5: existe una
poderosa reserva moral en la Argentina, incluso en la Capital y Gran Buenos
Aires. Y en el interior, las propuestas anti-vida y anti-familia son mucho más
débiles.
Una constatación que debe llenarnos
de energía y renovarnos en la militancia. Millones de argentinos salieron a la
calle, entregando con generosidad tiempo, dinero, recursos. Aquellos a quienes
el estudio llevó años –miles de horas de estudio– brindaron esos conocimientos
gratuitamente, en innumerables conferencias, charlas parroquiales, tertulias,
talleres ante alumnos, etc.
Millones de personas en todo el país
el 25 de marzo. Millones de personas el 20 de mayo. Más de cien mil personas en
Luján, presentes en la consagración de la Argentina a la Virgen. El acto en el
obelisco, pocos días antes de la votación, superó el millón de asistentes sólo
en Capital. Un tsunami durante los días precedentes a la votación y, especialmente,
el 8 de agosto y la madrugada del 9. Miles de jóvenes en las calles, en todo el
país, sacrificando horas de sueño y exponiéndose físicamente, pegando afiches
para estas convocatorias. Se repartieron volantes, se apoyó a los personajes
públicos que fueron defendiendo la vida de los inocentes: en la calle, en las
redes sociales, en las mesas familiares, en el trabajo, en el club.
Surgió la idea de una Militancia 24-7: 24 horas del día, los 7
días de la semana. A quienes defienden la vida del niño por nacer pero
desconocían en profundidad el tema, se los dotó de argumentos jurídicos,
científicos, médicos, lógicos, religiosos. Intervenciones en distintos medios
de comunicación.
¡Cuántos diseñadores y guionistas
fueron poniendo sus talentos al servicio de la causa! Videos, artículos,
debates, convocatorias, actos públicos. La formación de grupos de Abogados,
Médicos, Psicólogos y Docentes por la vida. Se sostuvo en todos lados la
inocencia del niño, se sostuvo en todos la malicia del aborto. En San Justo, se
realizó una mateada en una plaza mientras varios jóvenes ilustraban a la gente.
Pasaron una ecografía en vivo, dándole pantalla al mismo niño al que los
abortistas pretenden invisibilizar.
Se acompañó a las mujeres
embarazadas, noble tarea que viene siendo realizada hace años.
Se pintaron murales, se intervinieron
las madrigueras de los abortistas, se pensó en numerosas estrategias. Muchos
colegios abrieron sus puertas a distintos profesionales para que ilustrasen a
los alumnos sobre estos temas, como también facilitaron que las personas
arrepentidas por haberse practicado un aborto –como Patricia Sandoval– pudieran
comunicar su testimonio. Y no podemos omitir el acompañamiento de personas de
relevancia internacional, como Amparo Medina. En una palabra, se puso la
inteligencia y el corazón al servicio de la vida del niño.
NÚMERO 6: el discurso
provida es compacto y los planteos abortistas son contradictorios entre sí.
Reducido a su mínima expresión, los
provida sostenemos: hay una persona humana desde la concepción, matar a un
inocente es un asesinato. Punto final.
Con los abortistas es distinto. Hace
años, decían que el embrión no estaba vivo. Luego dijeron que tenía vida, pero
no “vida humana”. Luego dijeron que había vida humana pero que la madre tenía
derecho a “eliminar una vida humana”[4].
Primero dijeron que estaban a favor
del aborto sólo para casos de violación. Después dijeron que querían el aborto
para las mujeres pobres (o sea: ya no importa si son violadas o no). Después
que estaban a favor a partir de las 12 semanas. Este año deslizaron un proyecto
abortista para legalizar el aborto hasta la semana 14 “y no después” (que, como
dijimos, era mentira de todas formas).
Durante años dijeron que las mujeres
pobres debían contar con la posibilidad de matar a sus hijos “para evitarles el
sufrimiento”. También dijeron que un niño con malformaciones sufriría toda su
vida, mejor abortarlo. Que la mujer violada vería en su hijo la cara del
violador. ¿Y cómo no mencionar el escándalo-Catherine-Fulop en este punto? Pero
este año, al fin, se sacaron la careta. En el Congreso, la activista Dora
Barrancos lo sostuvo explícitamente[5]:
“me encuentro entre quienes
defienden el aborto legal para afirmar el derecho al disfrute sexual
separándolo absolutamente de la reproducción. ¡Es un derecho humano fundamental
que tiene que sernos dado a las mujeres! Por lo tanto, yo sostengo que debe
dársenos esa prerrogativa para igualar las condiciones del ejercicio de la
sexualidad diferencial entre varones y mujeres. El sexo (…) no embaraza a los
hombres”.
En la votación del Senado, Fernando Pino Solanas[6] reprodujo conceptos
similares a la hora de sustentar su posición a favor del aborto: “El derecho a
poder decidir sobre su cuerpo. ¿Y por qué no? ¿Por qué tenemos miedo de decir
que el derecho a gozar, a gozar de la vida y a gozar de su cuerpo? ¡Sí, señora presidenta!”.
Ya no importa el pobre, la mujer violada, las madres que se mueren en abortos
clandestinos, los niños con malformaciones. Ahora sabemos que militaban para
vivir de orgasmo en orgasmo.
NÚMERO 7: Mauricio
Macri, el Presidente de la Nación, está poniendo las condiciones sin la cuales
estos proyectos genocidas no serían posibles.
Ya
no se puede disimular la responsabilidad del Poder Ejecutivo. Al igual que
Poncio Pilatos el Viernes Santo, Mauricio Macri propone rifar la verdad en las
arenas movedizas de los números, demostrando que su gobierno merece la
calificación que le propinó Mons. Aguer: “Es un gobierno sin principios”.
Rubinstein, Lipovetzky, Marcos Peña y su familia, todos ellos alfiles en este ajedrez siniestro.
Todavía no habían pasado 24 hs. del
rechazo en Senadores y el Poder Ejecutivo reflotaba la idea de reformar el
Código Penal –en la que venía trabajando hace meses– y, así, despenalizar el
aborto. No faltaron declaraciones públicas del Presidente que, por vía de una
calculada hipocresía, respaldaban los falsos presupuestos del discurso
abortista: "Los argentinos nos
animamos a sacar un tema tabú. Estoy muy contento con el debate y el diálogo,
pero tenemos un problema de fondo que no va a cambiar con una ley más o
menos".
Se trató
–y se trata– de una pelea contra un Estado. Una pelea despareja, por cierto.
Los provida tenemos a todo en contra. Especialmente, tenemos en la vereda de
enfrente a un Presidente que, aunque no lleve pañuelo verde, ejecuta
servilmente maniobras pro-aborto y, por tanto, anti-argentinas.
NÚMERO 8: estamos ante
una guerra religiosa, que también es política, cultural e ideológica. Pero no
deja de ser religiosa.
Basta de agnosticismo discursivo.
Basta perder el tiempo y las energías tratando de convencer a los provida de
“no mencionar” la religión en un conflicto donde el adversario ataca la religión
una y otra vez. Los evangélicos nos dieron una soberana lección a los
católicos, cosa que debería darnos vergüenza. Con un discurso explícitamente religioso se congregaron
el pasado 4 de agosto en las inmediaciones del Obelisco: más de un millón de
personas.
Circuló hace unas semanas una
grabación que reproducía las palabras de los abortistas en un discurso. Una
desdichada egresada de un colegio católico, según su propia confesión, leyó en
público una proclama a la que denominó “Proclama
hereje para la biblia feminista”. Escuchamos cosas como éstas:
“Se
enrosca la serpiente bíblica, hoy
pañuelo verde, en estas modestas ramas del árbol del
conocimiento, nuestras muñecas. Todas las Evas de nuestra sangre y las
serpientes de nuestras estirpes muerden de muerte fatal la maldición de dios,
ese perverso geniecillo: ya no somos enemigas, ya los pies de la sororidad
aplastan las cabezas de la envidia”.
Y continúa: “Todas las que llevamos como primero o como
segundo el nombre de María ¡LO ABORTAMOS! ¡Y a los tres días RESUCITA! Pero
esta vez es una guerrera amazona, jefa de brujas, putas, tortilleras, travas y
aborteras; que redacta ningún mandamiento en tablas de piedra sino en el
vientre de la india, madre tierra, una nueva teogonía: Evas, serpientes y
Marías, dejamos la matanza entre nosotras para ir a envenenar a dentelladas los
aquilinos talones patriarcales”.
Hay más: “Eva, diosa por fin, se abraza con la Virgen
María y la libera: Hija mía, ya no parirás a la fuerza y con dolor, ya no te
embarazará jamás ningún ángel psicópata sin que te hayas enterado, ya
nunca más, sin haber gozado. Bendita será tu sangre menstrual, benditas tu
voluntad y tu salud, bendito por sobre todo: tu deseo. Y María escucha
dichosa estas palabras y ahora Cristo nace si María quiere; y si no quiere, no
hay dios que nazca…”.
¿Alguien nos puede mirar a los ojos,
después de leer esto, y decir que no se
trata de una guerra religiosa?
NÚMERO 9: el discurso
pacifista, “buenudo” y bienpensante está agotado.
Ya no se puede seguir pretendiendo que
estamos ante una problemática circunstancial. Esto no se arregla ganando
encuestas ni con educadas peticiones dirigidas al Lobo Feroz. Debemos dejar de pedirle al Gobierno Nacional que
desarticule las maniobras abortistas de los integrantes del Gobierno Nacional.
No van a ir contra sí mismos y esperar tal cosa, o incluso peticionarla, es una
pérdida de tiempo. Debemos dejar de pedirle al Lobo que no se coma a
Caperucita. El Lobo ES LOBO.
Es
intelectualmente deshonesto seguir
diciendo que “no estamos contra nadie” al mismo tiempo que NUESTRA GENTE es
atacada, vilipendiada, escupida, humillada. Es
intelectualmente deshonesto que algunos se hagan los distraídos mientras
los templos, las parroquias o los lugares identificados como profamilia son
sistemáticamente atacados.
La medida de la acción debe guardar
congruencia con la magnitud del ataque. Si nos escupen, agreden e insultan, es por
lo menos suicida atribuirles buenas intenciones. No nos podemos configurar como el frente provida algodonado. Más bien
debemos constituirnos como el Alcázar de Toledo. Empecemos a usar un
lenguaje más próximo a las gestas y patriadas.
NÚMERO 10: la hipocresía
abortista no tiene límites. Para ellos vale todo.
Las mismas que en los debates piden
respeto, en los murales escriben “Mata a tu papá, a tu novio y a tu hermano”.
Promueven el pañuelo verde en
alumnos de colegio secundario porque “es un debate que nos debemos todos”, pero
pegan alaridos de dolor si cientos de niños en Santiago del Estero llevan su
pañuelo celeste.
Dicen que el aborto no es un
asesinato pero rehúyen la mirada cuando en el senado pasan un video.
Acusan a la Iglesia de oponerse a la
ciencia mientras reniegan, cuestionan y porfían los descubrimientos científicos
en torno a la vida intrauterina.
Se rasgan las vestiduras por las
mujeres embarazadas “torturadas por la Dictadura” al mismo tiempo que militan
para que las mujeres embarazadas puedan descuartizar a sus hijos.
NÚMERO 11: no podemos ni
debemos acostumbrarnos a debatir el aborto.
Pocas horas antes del voto en
Senadores, el Presidente Macri sostuvo públicamente: “No importa cuál sea el resultado, hoy ganará la democracia”.
Y en eso le asiste toda la razón. Porque la lógica del sistema vuelve
teóricamente posible discutir lo que no debe ser discutido, cuestionar lo que
no debe ser cuestionado. Todos los relativistas celebraron el debate, lo
escuchamos, martillado una y otra vez. No faltó abortista que no levantase su
copa triunfante por el hecho de que “por fin” los diputados y senadores
estaban, al menos, discutiendo. Durante todo el año, e incluso después del
rechazo de los senadores, la consigna era monolítica: “La ley se puede haber
perdido pero ya no hay más tabú sobre el aborto”. La acción
psicológica-cultural fuera del Congreso y el Senado –por un lado– y la lógica
sistémica se conjugaron para propiciar este debate indigno, falso, este pseudo
debate.
Los provida
no sólo debemos repudiar la posible sanción de una ley abortista, también
debemos repudiar la lógica
relativista/agnóstica/liberal que subyace en esta controversia. Es decir,
la lógica nocturna –pues proviene de
un principio perverso– de que nada es absoluto, de que todo se puede discutir,
de que “hay derecho” a debatirlo todo.
Quienes se
especializan en promover la contracultura saben que la mejor manera de mellar
el sentido común es acostumbrar al ojo a leer perpetuas negaciones de lo obvio;
acostumbrar al oído a escuchar eternas porfías sobre lo evidente. Ningún
provida puede celebrar el debate sobre el aborto, debe repudiarlo y entender
las profundas implicancias psicológicas del mismo. Aplaudir la existencia misma
del debate es celebrar que haya personas que quieran la muerte de un inocente.
NÚMERO 12: el aborto se
convierte en objeto de debate porque nuestro país vive de absurdo en absurdo.
En la Argentina, a los delincuentes
hay que tratarlos con suavidad mientras a los efectivos de la policía se los
fusila mediáticamente. Los docentes de la escuela pública, en teoría amantes de
la educación, interrumpen las clases y arrastran a los alumnos a contiendas
políticas que apenas conocen. Un varón que ahora quiere llamarse “Jessica”
juega hockey femenino y la entidad deportiva no se lo puede impedir porque
termina siendo acusada por “discriminación”. Los chicos quieren ser grandes,
los grandes quieren ser chicos. Ser cruel con un perrito es visto como una
atrocidad (lo es) por la misma persona que abandona sin mucho trámite a su
padre en un geriátrico. Y sigue la irracionalidad: las feministas dicen que sus
pechos son elementos sexuales sólo por una construcción cultural, y salen a
mostrarlos. Tuvimos el Tetazo. Una
alumna de colegio secundario quería asistir a clases sin usar sostén, y tuvimos
el Corpiñazo. “Todos y todas”,
“hermanos y hermanas”, “todxs” y, ahora, el último descubrimiento del momento,
que haría palidecer a mentes como Pascal, Edison, Fleming y Einstein: “todes”.
En este contexto absurdo,
absolutamente absurdo, ¿sorprende a alguien que el aborto entre en debate? ¿Sorprende
que quienes dicen “Ustedes, los varones, no pueden hablar sobre el aborto
porque no tienen útero” son los mismos que llevaron al Congreso a Florencia de la Vega?
NÚMERO 13: el sistema es
ilegítimo en sí mismo, más allá del rechazo en Senadores. Debemos repudiar la
mentira del sistema.
El aborto es una injusticia y eso los
provida lo tenemos más que claro. Pero debemos repudiar también otras
injusticias. El principio medular del sistema político –la soberanía popular–
es falso, por tanto sus aplicaciones no pueden ser justas. Es intelectualmente insostenible que la vida de un inocente dependa de
las mayorías, es moralmente repudiable que una persona viva en función de más o
menos cantidades. Son acertadísimas las palabras del Padre Diego de Jesús: no hay que debatir el aborto, hay que
abortar el debate. La vida del inocente, como dijo Antonio Caponnetto, es indebatible.
La soberanía del pueblo –punto de fuga
ideológico– es la sangre de este sistema, y en tanto principio totalitario
tiende a fagocitar las realidades políticas vecinas. La soberanía del pueblo,
más temprano que tarde, se va comiendo las cosas, va mellando, va carcomiendo
la cosa pública. Si no afirmamos esta verdad, nuestras modestas victorias
provida serán en el mejor de los casos unas saludables bocanadas de aire en el
medio de una atmósfera próxima a la cloaca. Serán éxitos de corto plazo pero, a
la larga –por la fuerza misma de la lógica sistémica–, terminaremos
sucumbiendo. No subestimemos el poder de
la lógica política. Hay una racionalidad oscura en el sistema, pero
racionalidad al fin. Hay un dominó intelectual: el aborto puede ser legal en la
Argentina si la mayoría de diputados y senadores así lo juzga. Por eso, el
camino no puede ser la formación de un partido político –por excelente que sea la gente que lo quiera integrar, por más
excelentes que sean las intenciones de estas personas– sino la desobediencia
civil. No descartemos la posibilidad de una resistencia que vaya más allá de lo
legal.
Que esta idea empiece a estar en
nuestra cabeza. Podríamos estar moralmente obligados a usar la fuerza.
NÚMERO 14: el éxito y el
fracaso, en última instancia, no importan. La historia registra las causas
grandes y nobles.
Para cerrar estas reflexiones, no
podemos ignorar las palabras de Kipling:
“Al éxito y al fracaso,
esos dos impostores, trátalos siempre con la misma indiferencia”. La ley del aborto no salió, fue rechazada. Pero eso no
cambia ni debe cambiar nuestra actitud interna, nuestro motor espiritual. No
estamos obligados a ganar pero sí a poner todo para ganar. No estamos obligados
al éxito sino a tener una mentalidad de éxito. En síntesis: estamos obligados a
tener una actitud ganadora, esto es, poner todos los medios para que el éxito
sea inevitable. Rendir al máximo, gastarse y desgastarse, hasta el punto que el
universo tenga que retorcerse sobre sí mismo para negarnos nuestros objetivos.
Así debemos
ser nosotros. Festejamos, claro está, el rechazo de esta ley genocida. De esta
ley que hubiese implicado un auténtico
terrorismo de estado. Con la ayuda de Dios, hoy tenemos un poco más de aire
limpio para respirar. Pero ya se escuchan los sonidos del ejército enemigo marchando: percibimos las pisadas de esas fuerzas
oscuras, motorizadas por el dinero, la ideología o incluso el satanismo. Y no
están lejos. Tenemos que tomar
entonces la armadura de la Verdad, el Bien y la Belleza. Librar la batalla, alegre y poéticamente, como pedía José
Antonio. Esta es una pelea cuya médula está en las fuerzas espirituales que
cada hombre tenga, en su fortaleza interior. Hagámonos de roble, para así poder
resistir la artillería, y luego pasar al contraataque. Con lucidez y coraje. Como hizo
San Martín, pongamos nuestros modestos sables
a los pies de la Virgen, pidiéndole por el triunfo definitivo de esta Guerra.
Seamos generosos, porque si no es hoy, si hoy no sacrificamos nuestro tiempo,
nuestro dinero, nuestra comodidad, ¿cuándo?
[1] https://www.youtube.com/watch?v=TgBdobwrBZs&t=9s
[2] https://www.clarin.com/espectaculos/fama/florencia-ve-equivoco-hablar-aborto-clandestino-amalia-granata-perdono_0_rkZPk2ZAG.html
[3] https://www.actuall.com/vida/el-padre-de-angelina-jolie-y-la-sobrina-de-luther-king-llevan-al-cine-el-caso-roe-vs-wade/
[4] https://www.youtube.com/watch?v=WI7O6DkEt38
(Minutos 20,10 y ss.)
[6] https://www.youtube.com/watch?v=_r57PjvfDWc&t=
Excelente !!!!
ResponderEliminarExcelente documento, muy enriquecedor y formativo.
ResponderEliminarOjalá llegara a muchos su lectura.
Excelente amigo, realmente te luciste. Te mando un abrazo querido.
ResponderEliminarMe emociona encontrar que hay más gente que piensa como yo!!! Gracias a Dios por que si hay valientes todavía!!! No agregaria ni quitaria nada a lo dicho
ResponderEliminar¡Más que excelente y enriquecedor documento!
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