Aborto: réplica
al sofista Darío Sztajnszrajber, Licenciado en Filosofía (UBA) y Profesor en
FLACSO
Por Juan Carlos
Monedero (h)
Licenciado en
Filosofía (UNSTA)
Supongo que el término sofista será un adjetivo del agrado de
Sztajnszrajber, y a quien piense que lo estoy usando temerariamente respondo
que infiero cómo es por cómo habló y por aquello que dijo. Me refiero, en
concreto, a los 7 minutos de Sztajnszrajber en el Congreso, el pasado 17 de
abril, en torno al debate sobre la despenalización y legalización del aborto[1].
Sztajnszrajber dice que para la
consecución de “la justicia en una sociedad” debemos discutir en términos
políticos, no metafísicos. Y que el debate en torno al origen de la vida humana
–punto que viene siendo capital al discutir el aborto– es un debate metafísico
y no político. Política, no metafísica, repitió
varias veces. Y agregó: “El debate sobre el origen de la vida es un debate que
no vale la pena dar”. No sirve, dijo, discutir metafísica “ya que nunca nos
vamos a poner de acuerdo” y, para peor, tampoco hay acuerdo entre quienes discuten
“sobre los criterios que posibilitarían un acuerdo”.
Además, agregó que la discusión y la
experiencia humana están atravesadas de supuestos no necesariamente consensuados
ni probados, y puso como ejemplo “la transparencia de los sentidos”: es decir,
el hecho de que los seres humanos confiamos en que aquello que vemos
es real. Dijo Sztajnszrajber: “lo que vemos con nuestros ojos de modo
inobjetable supone confiar (la
palabra confianza tiene en su raíz la
palabra fe) en la transparencia de
los sentidos. ¿Por qué admito en última instancia que lo que veo es lo que veo
y que mis ojos acceden a la realidad tal como es?”.
Finalmente, Sztajnszrajber nos exhorta
efusivamente: “Saquemos a la verdad de la cuestión pública, pongámosla entre
paréntesis”. Y luego remata: “En nombre de la verdad se han cometido los más
grandes exterminios de la historia”. Estamos, parece sugerir Darío, en la época
de la “posverdad”. E insiste: “Si hay una verdad y alguien cree poseerla, entonces
al otro se lo ningunea, se le quita entidad, y automáticamente se lo convierte
en un enemigo, en un ignorante o en un asesino”. No se privó de relatar una
supuesta conversación entre el Cardenal Bellarmino y Galileo Galilei,
conversación que por supuesto no dejaba muy bien parada a la Iglesia Católica,
presentada como obstinada negadora de la evidencia que el insigne científico le
ponía delante de los ojos.
Lo mínimo que le voy a pedir a
Sztajnszrajber es que aplique a sí mismo el mismo rigor que pretende en los
demás.
En efecto, si la transparencia de
los sentidos –esto es, el hecho de que los sentidos nos comunican fielmente las
cosas como son– supone un acto de fe en ellos; si este supuesto –difundido pero
no demostrado– puede ser objetable, ¿por qué deberíamos poner fe en
Sztajnszrajber cuando nos cuenta esa anécdota sobre el Cardenal Bellarmino y
Galileo? ¿Por qué deberíamos creer en la fuente de donde extrajo esa conversación?
¿Por qué confiar en el criterio de Sztajnszrajber, según el cual en nombre de “la
verdad” (y no de otros motivos) se han cometido los más grandes exterminios de
la historia?
Es muy curioso, por otra parte, la
paradoja de Darío en torno al caso Galileo: él cuestiona a las
autoridades de la Iglesia (en concreto, al Cardenal Bellarmino) por no
suscribir sus afirmaciones heliocéntricas –que sólo pudieron ser probadas años
después, gracias a Keppler–, pero esta diatriba parece especialmente injusta: el
poder que los miembros de la Iglesia tenían cuando aceptó más tarde la teoría
heliocéntrica era igual o incluso mayor al poder que poseían cuando se evaluaron
las afirmaciones de Galileo: ergo, no había nada en contra de Galileo ni de la
teoría sino que las pruebas no eran concluyentes (conclusión a la que llegó la
investigación histórica). Ahora bien, en el esquema-Sztajnszrajber, la Iglesia
es condenable por rechazar las ideas científicas de Galileo… ¿y los abortistas
de hoy no serían condenables por rechazar la evidencia científica que respalda
que el comienzo de la vida humana tiene lugar en la concepción? ¡Los mismos que
rechazan la evidencia inobjetable de que hay vida desde la concepción reprochan
a la Iglesia no aceptar evidencia circunstancial del caso Galileo! ¿Cómo es,
Darío?
Lo cierto es que los grandes exterminios
no necesitan de la pretensión de una verdad. A lo largo del siglo XX, los
gobiernos comunistas –inspirados por la filosofía marxista, negadora de
verdades y entidades permanentes– se llevaron la vida de más de 100.000.000 de
personas. No fue la pretensión de “la verdad” sino la búsqueda del paraíso en
la tierra la que motorizó esos sistemas políticos, cuyas manos quedaron manchadas
en sangre. ¿Cómo puede Sztajnszrajber ignorar olímpicamente este dato?
Asimismo, es patético observar cómo el
Licenciado en Filosofía por la UBA y Profesor en FLACSO pide sacar a la verdad de la cuestión pública,
ponerla “entre paréntesis” al mismo tiempo en que milita –junto con organismos
ligados a Madres y Abuelas de Playa de Mayo– bajo la consigna de la Verdad[2].
¿Cómo es, Darío? ¿Por qué no das el ejemplo y rebautizas el lema bajo
la forma de Posverdad? El ser humano no pude acceder a la verdad si se
trata de defender al niño por nacer… ¿pero accedemos a ella de la mano de
Estela de Carlotto y de Hebe de Bonafini?
La otra frase –“Si hay una verdad y
alguien cree poseerla, entonces al otro se lo ningunea, se le quita entidad, y
automáticamente se lo convierte en un enemigo, en un ignorante o en un
asesino”– comporta un sequitur igualmente
inadmisible. Para quitar entidad a alguien no se necesita creer estar en
posesión de la verdad: si no, miremos a los abortistas, que permanentemente le
quitan entidad al niño por nacer. El conocimiento de la verdad no implica el ninguneo de nadie sino la invitación
a todos a ser alumbrados por ella, de la misma manera que un amigo comparte un
secreto con otro. Los que primero reciben la luz de la verdad son las que la
conocen, ellos no son fuente de la luz sino receptores. No hay soberbia ni
arrogancia, hay caridad. Asimismo, la verdad no es tanto algo que se posee sino
algo que nos posee, porque ella es superior a nosotros.
SEGUNDO
ROUND
Sztajnszrajber dijo que buscaba la
consecución de “la justicia en una sociedad”. También dijo que “El debate sobre
el origen de la vida es un debate que no vale la pena dar” porque, según él, se
trataría de un tema metafísico (y no político). Aclaremos ante todo algo: que
no hay acuerdo acerca del “origen” de la vida parece una imprecisión de Darío (tales
términos son más bien propios de la controversia evolución–diseño inteligente),
por lo que lo correcto sería “el debate sobre el comienzo de la vida humana”. Ahora bien, yendo a lo central, esta
negativa a interesarse en el origen de la vida es la prueba de oro. A confesión de parte, relevo de pruebas: Darío
Sztajnszrajber admite que a él no le interesa cuándo comienza la vida humana,
por tanto ¿es creíble su pretendido interés por la vida de las mujeres que,
asesinando a sus propios hijos, mueren en el marco de abortos clandestinos? ¿Cómo
puede importarle la vida sin importarle cuándo comienza la vida?
Yo no le creo.
Otra de las cosas que dijo fue que no
servía discutir metafísica “ya que nunca nos vamos a poner de acuerdo” y, para
peor, que tampoco hay acuerdo entre las personas que discuten “sobre los
criterios que posibilitarían un acuerdo”. Evidentemente, Sztajnszrajber ve
desacuerdos sólo en metafísica. ¡Cómo no vemos nosotros el inmenso acuerdo en
temas políticos, económicos, sociales, históricos, culturales! Es verdad,
Darío. Los macristas y los kirchneristas discuten metafísica, por eso pelean
permanentemente. ¿No?
Fuera de bromas, se puede advertir además
otra grave incongruencia. Darío Sztajnszrajber dice que la Metafísica designa “una
concepción de las cosas que excede toda posibilidad de comprobación última”,
razón por la cual quienes están en contra del aborto nunca podrían ponerse de
acuerdo –en torno al comienzo de la vida– con quienes están a favor (de la
misma manera que un creyente, según ejemplifica Darío, nunca podría ponerse de
acuerdo con un ateo en temas tales como la
existencia de Dios, la existencia del alma o el origen del universo). Probablemente
tenga razón, por una vez, Sztajnszrajber. Como la tuvo cuando dijo que la
palabra “metafísica” responde al significado etimológico de “Aquello que está
más allá de la física”. En efecto, los temas que están más allá de lo físico
son extremadamente problemáticos: un ateo no acordará con un creyente, y si
acuerda dejaría de ser ateo ipso facto.
Ahora bien, no olvidemos que Darío
Sztajnszrajber está a favor del aborto. Surge entonces, como una flecha, estas preguntas,
que más que interrogantes son ardientes indignaciones: ¿está más allá o,
precisamente, más acá de lo físico ver una ecografía, escuchar el distinto
ritmo cardíaco del corazón del bebé y de la madre, sentir su movimiento? ¿Está
más allá o más acá de lo físico ver
que el bebé tiene piernas, manos, cabeza, tronco? ¿Está más allá o está más
acá de lo físico reconocer
que estamos ante una persona humana? Que un bebé, hijo de un varón humano y una
mujer humana, es un ser humano, ¿es algo que está más allá que excede toda
posibilidad de comprobación última”? ¿O se trata, quizás, de algo manifiesto a
la que sólo un porfiado negador de evidencias puede ignorar?
Precisamente, la negativa de los
abortistas de adecuar su mente a la evidencia física –y no a la Revelación de
Misterios Sobrenaturales– pone de manifiesto su propia sustancia moral. Puedo
entender al agnóstico que duda respecto de un Dios al que no ve… pero ¿cómo
entender al que duda de otro ser humano al que a través de una ecografía está
viendo? Jesús expulsaba demonios, y los fariseos decían que lo hacía “por el
poder del Príncipe de los Demonios”. Esto es lo mismo: estamos ante sofisticados y perversos porfiadores de
evidencias. Ninguno de ellos, en su vida cotidiana, duda respecto de cuándo
una persona es persona, y cuándo un ser vivo es un ser vivo. Todos vivimos en
los demás campos de la vida con toda naturalidad y normalidad. Llega el tema
del aborto, y muchos se convierten en agnósticos de la vida porque abrigan
en su corazón deseos de muerte.
Reconocer
el origen de la vida humana no
es una posición metafísica. Por eso son menos excusables los abortistas. Porque
no niegan algo que no ven, niegan lo que ven. Quizá quieren evitar el debate en
torno al comienzo de la vida por un motivo muy distinto: porque perderían.
TERCER
ROUND
Darío Sztajnszrajber pidió repetidas
veces no hacer metafísica: “Política, no
metafísica”. Olvida Darío que para lograr la consecución de la justicia –en
la que él ¿cree?– se debe tener en cuenta la realidad de las cosas. Lo justo y
lo real están conectados: dar a otro lo
que realmente corresponde es
darle lo justo, es ser justo. Y aquí
saltamos a la cuestión metafísica, trascendiendo la política: saltamos de
manera necesaria, porque la mera facticidad de cómo están las cosas no nos alumbra
respecto de cómo deberían ser. Cuando hablamos de política hablamos, quieras
que no, de principios fontales, de cosmovisiones de fondo. Hablamos de
metafísica. En sus Confesiones de un revolucionario, el ilustre anarquista Proudhon dejó plasmado: “Es cosa que admira el ver de
qué manera en todas nuestras cuestiones políticas tropezamos siempre con la
teología”. Es una pena que Sztajnszrajber no haya leído este fragmento
del legendario anarquista.
ROUND CUATRO –Y ÚLTIMO
Finalmente, luego de tantas críticas
acervas, despiadadas y destempladas, no podemos menos que darle las gracias a
Darío Sztajnszrajber. Lo dijo claramente: “Saquemos a la verdad de la cuestión
pública, pongámosla entre paréntesis”. Gracias, Darío. Ahora tenemos la confirmación de lo que veníamos olfateando hace rato: si se discute bajo el horizonte de lo que es y lo que no es, perderán. En términos de verdad–error, los abortistas
llevan las de perder. Por eso no quieren ese debate, no quieren discutir si el
aborto “es bueno o es malo”, si es “correcto o incorrecto”, quieren plantear la
falsa disyuntiva “legal o clandestino”, eludiendo así el
asunto de fondo.
Pero Darío nos quiere seguir ayudando,
y por eso sentencia enfáticamente: “No pueden convivir nunca la Democracia y
los absolutos, no pueden convivir nunca la Democracia y la verdad”. Tiene
razón, nuevamente, el Licenciado en Filosofía por la Universidad de Buenos
Aires. Como sentenció Hans Kelsen en su Esencia
y valor de la democracia, no hay síntesis entre la verdad y un sistema
político erigido bajo el imperio despótico del número y los circunstanciales
votantes. Kelsen decía que el modelo del auténtico demócrata fue Poncio Pilato,
quien conociendo la Inocencia de Cristo somete, no obstante, la decisión de liberarlo
bajo el poder de las mayorías. El Presidente Mauricio Macri, en este punto –y
mal que le pese al kirchnerista Darío Sztajnszrajber–, está junto al Profesor
de la FLACSO. Ambos son democráticos. Darío quiere sacar a la verdad de la
cuestión pública, y Mauricio –“que está a favor de la vida”– propicia un debate
respecto de una verdad que ya conoce, arriesgando en el mismo acto la vida de
niños inocentes. Sus diferencias políticas son insignificantes tan pronto
florecen sus profundas coincidencias democráticas. Contra uno y contra el otro,
contra lo que representa uno y contra lo que representa otro, sigamos librando
el buen combate. Contra los sofistas y contra los hipócritas. Por la Argentina,
para que no se convierta en una industria de muerte sino en un alcázar por la
defensa de la vida inocente. Por el Triunfo Definitivo de la Verdad, el Bien y
la Belleza, que no son otra cosa que los Nombres de Dios mismo.
[1] https://www.youtube.com/watch?v=DbiK0w4eCA0&t=158s
[2] Cfr. https://www.youtube.com/watch?v=u2KgOHVtpx4 (Darío Sztajnszrajber - Homenaje a las
Madres de Plaza de Mayo); y también: http://www.espaciomemoria.ar/noticia.php?not_ID=852&barra=noticias&titulo=noticia.
Excelente respuesta!!!, que además nos ayuda a conocer más a estos ladrones de la verdad, más bien asesinos de la verdad. Ojalá quicieran robar la verdad, pero no, la quieren desaparecer!!!
ResponderEliminarEs la primera vez que leo tu espacio y me has hecho un, por así decirlo, un fan de tus lecturas y críticas. Es imperativo en éste tumulto de oscuridad y bonitas palabras por los que andan en la oscuridad misma se levanten personas que desmanteles a estos sofistas de dulces y entenebrecidas palabras. Un saludo desde Nicaragua!
ResponderEliminarQuirúrgica respuesta. Excelente. Saludos!
ResponderEliminarExcelente respuesta y bien merecido lo tiene el pseudo filósofo... SOFISTA, bien puesto está ese título.
ResponderEliminarOrgullosa de leer gente de la UNSTA
Lo aplaudo de pie!!!
ResponderEliminarCoincido totalmente. Escuché sus palabras y podía leer entre líneas el lenguaje sofista. Con los discursos que están dando, quedan más en evidencia. Su mirada de la realidad está totalmente desfigurada. Al fin y al cabo, las barbaridades que dijo Novarecio se respaldaron en el discurso de Darío. Gracias Juan Carlos por poner las ideas de manera tan clara!
ResponderEliminarExcelente refutacion de todas las estupideces que dijo el supuesto "filosofo".
ResponderEliminarMuy buena respuesta, hoy en día en América latina y el mundo, estamos invadidos por estos sofistas postmodernos...
ResponderEliminarLo más triste de Darío Schwarzenegger es que si le hubieran pagado por hacer una exposición argumental en contra del aborto también le habría pifiado estrepitósamente. Porque no es (sólo) que usa datos falsos, incorrectos o inexactos, sino que su pensamiento elude las certezas que le son incómodas de asimilar y encima su "razonamiento" pega saltos aleatorios como un grillo sobre una sartén caliente. O la metafísica no es acaso el destino natural al que llegan los filósofos que usan el marote para más que para sostener el pelo? Cómo puede un filósofo sacar la metafísica de cuajo cuando se analiza el comienzo mismo de la vida humana? Darío Zellweger es el único "filósofo" que no ama la verdad sino que la defiende de los datos verdaderos.
ResponderEliminarNOTA: Cuando Kepler publicó sus leyes sobre el movimiento de los planetas, la Iglesia las rechazó. Hasta el siglo 19, casi 200 años después, la Iglesia no levantó su prohibición sobre estas ideas; recién en 1992 (!!!), apenas si se disculpó por el trato sufrido por Galileo. Pero es hasta el día de hoy, a casi 4 siglos desde que fueran publicadas las leyes, que la Iglesia sigue sin aceptar oficialmente la teoría de Kepler. Téngase presente.
ResponderEliminarA Galileo le pegaron con una gorra por la cabeza como hacía Calabró con Borromeo en esa inolvidable tira humorística, y vivio como un Duque mientras estaba "preso", se sabe que el Papa de aquel entonces tenía sus terribles quilombos y Galileo con más pálpito que evidencia no dejaba de romper las pelotas y buscar camorra, asi y todo le tuvieron contemplación y paciencia hasta el final de sus días, era un genio que buscó su propio encierro habiendo sido advertido una y otra vez que no podía enseñar sus hipótesis como verdades verificadas, en el delicado contexto de le época hizo caso omiso basado en una verdad, si, hoy, pero no en su época.
EliminarArroyo, cómo es que es verdad lo que dice Galileo ahora pero no en su época? Vos decís que la tierra no giraba alrededor del sol en tiempos de Galileo o Kepler? Cómo es que le rompía las pelotas al pobre Papa, diciendo lo que pensaba? Y si tenía tantos problemas, para que meterse con la ciencia en lugar de dejársela a los científicos? Vamos, que Sztajnszrajber no es un genio de la filosofía, pero lo que plantea es lo que se plantea desde hace siglos: la Iglesia con sus creencias en sus templos, las ciencias en las academias, y la política en el parlamento. Lo demás es injerencia.
EliminarExcelente Carlos !!
ResponderEliminarJesús los llama necios a los negadores de la verdad. Jesús dijo de sí: yo soy el camino la verdad y la vida.. y los necios lo mataron..
Vos lo dijiste ante la verdad pierden, por eso no la quieren en el debate, la verdad tiene fuerza propia, le abre camino a la vida xq la vida es Dios con nosotros. Paz y bien..
Excelente! Gracias!
ResponderEliminarExcelente.
ResponderEliminarAgregaría que la pretensión de relacionar aborto y democracia es otra falsedad/estupidez.
El primer país en legalizar el aborto fue la unión soviética, una dictadura. Otras dictaduras con aborto libre son china, cuba. Países con democracias y con el aborto penado, Brasil, Irlanda, Panamá, Costa Rica, etc
Humildemente creo que la respuesta da por tierra con los antojadizos argumentos del "pretendido sofista". Impecable planteo, aunque creo que estéril. En esta infrahumana disputa, "Cierta gente", recurre a todo tipo de argumentos para intentar fundamentar "racionalmente" sus puntos de vista. Hay muchas falsedades en los argumentos que se esgrimen para justificar el Proyecto Abortista. Sería bueno que se armara un debate entre científicos, sociólogos y teólogos, con seriedad y que los ciudadanos tuviéramos acceso a los planteos, discusiones y conclusiones, si las hubiera. Hay medios tecnológicos informativos suficientes para hacerlo.
ResponderEliminarLa cosa es más simple estimado: el embarazo ocurre DENTRO del cuerpo de una mujer, un lugar en el que NADIE,excepto ella misma, puede meterse. Punto final.
EliminarTotalmente de acuerdo, Cristóbal! Gracias!
EliminarExcelente, un vende humo este señor! Pero habla bien!
EliminarTal vez sea muy haragán, pero no pude encontrar quien analice el problema del aborto de manera seria para ningún de los dos lados.
ResponderEliminarPocos de quienes están en contra de la legalización del aborto están a favor de su penalización. La mayoría tenemos familiares y amigas que se han sometido a abortos. No escucho a nadie pedir que esas personas terminen tras las rejas por eso. Me parece un claro ejemplo de disonancia cognitiva.
Además la no legalidad del aborto bajo el principio que la protección jurídica del feto comienza con la concepción debería tornar ilegales muchos métodos de fertilización asistida. De nuevo la mayoría de la sociedad admite la existencia de esos métodos.
######################
El campo a favor del aborto tampoco es consistente. No considerar al feto como un sujeto de protección jurídica requiere determinar los motivos por los cuales no es protegido.
El desarrollo de un sistema nervioso "para que al feto no le duela" es un argumento inválido.
El considerarlos parásitos que no pueden vivir por si mismos es un argumento que podría dar por tierra todas las políticas sociales. Después de todo por que proteger a aquellos que no son suficientes por sí mismos ni contribuyen positivamente a nuestra sociedad.
La no sapiencia del feto dejaría sin protección a niños recién nacidos y algunas discapacidades.
#############################
Denegar la humanidad del feto sin una sustentación moral, por fines utilitarios (mueren X mujeres al año) tiene consecuencias inmediatas. Sería congruente con la implementación de la pena de muerte y la legalización de la eugenesia entre otras políticas más controversiales.
#############################
En particular pienso que tal vez la discusión esté en otro nivel. Tal vez las leyes no que nos gobiernan no están sustentadas en conceptos de humanidad y justicia, sino evolucionaron como el juego de reglas que evita que la sociedad colapse.
Es decir, matar no es intrínsecamente malo, lo malo son las reacciones que el hecho produce en en otros actores sociales.
Tal vez sea el impacto social de la muerte de un feto sea lo que permite que se pueda prescindir de él.
Bravo!
EliminarMuy buenas observaciones. Sin embargo agregaría que, a favor del aborto, está la ineludible constatación de que un embarazo ocurre solamente en el interior del cuerpo de una mujer, lugar en el que nadie puede meterse excepto ella misma. Distinto sería si fueramos gallinas y empollaramos las crías. Saludos.
EliminarCreo que si te esforzaras un poco más encontrarías las respuestas que buscas. Por lo menos en Argentina el aborto es ilegal, penalizado por el código penal y aparentemente defendido por un fallo totalmente inconstitucional como el FAL. Además las sentencias de la corte son particulares, nunca generales. Sobre esto hay muy buenos artículos jurídicos que impugnan los famosos y aberrantes protocolos de abortos como si fueran leyes y son solamente indicaciones de procedimiento ilegales.
EliminarCon respecto a la penalización concreta y punitiva no hay ninguna duda de que la única persona a la que podría aplicarse el homicidio culposo o sea con exoneración de pena, aduciendo presiones, falta de libertad u otras causales es la la madre que muchas veces, no todas, además de victimaria es víctima. Todos los demás agentes son totalmente culpables y deberían ir a prisión. El aborto es primariamente negocio farmacéutico y médico, una multimillonaria industria de muerte de las más rentables a nivel mundial y ésto no hay que ignorarlo. Las empresas abortistas venden abortos como otras venden hamburguesas, los publicitan, modifican las leyes para mejorar el negocio, ocultan los efectos adversos y vuelven adicta a la víctima. Espero haber respondido a tu inquietud. El aborto es siempre y en todos los casos un homicidio y los que lo promocionan deben ir presos. Como bien dijo el Papa Francisco: "El aborto es contratar un sicario (médico) para que elimine una persona incómoda"
Excelente artículo. Felicitaciones
ResponderEliminarUn placer leerlo. Saludos.
ResponderEliminarmuy interesante...lástima los "rounds" y las "mujeres que asesinan a sus hijos". Sin misericordia, llegaremos a pocos lados con la ley aprobada o desaprobada. Derribemos muros y construyamos puentes.
ResponderEliminarVan a matar a un inocente y usted se preocupa por la palabra "round". Si usted estuviese dentro del vientre materno, no le importaría que yo use expresiones belicistas para convencer al que la va a matar, y así salvar su vida. Sin valentía, sin entrega y asustándonos por decir las cosas como son no llegaremos a pocos lados, con la ley aprobada o desaprobada. No hay ningún puente para edificar con los asesinos.
EliminarUn profesor que no busca la verdad no es tal.
ResponderEliminarLlegué hasta la parte que dice que los comunistas mataron a 100 millones de personas...
ResponderEliminarDebemos confiar en esa cifra? tener fé en su palabra?
Muéstreme las fuentes entonces señor.
Excelente. Todos los que están a favor del aborto no desearían estar en estos momentos en el vientre de una mujer que piensa en abortar.
ResponderEliminarGracias Profesor, excelente y profundo análisis. Por eso mismo su libro se llama "Filosofía a martillazos", porque desde una perspectiva del sujeto relativista, rechaza toda realidad y objetividad del mundo, como queriendo destruir todo, y así fabricar sus propias seudoverdades...
ResponderEliminar